sábado, marzo 27, 2010

un poema del 19 de agosto de 2008

Que tenés en el pelo un campo de trigo,
dice
vamos en su auto, como siempre
lento, como todo el aire del verano.
Siempre dice cosas así,
que tengo en el pelo un campo de trigo.
Él también tiene veinte años,
pero se ríe como si tuviese miles de vidas,
quizá por todos los libros que leyó.
No le contesto,
me explica todo con metáforas simples,
al alcance de mis manos.
El silencio es una fruta de estación corta
dice
como las peras Bartlett
que usaba tu abuela Dolores para cocinar
o cerezas tan oscuras como tu habitación
cuando
en una noche de invierno,
temblorosas las manos,
contás cuántos días faltan
para llegar a la primavera.

domingo, marzo 21, 2010

la pregunta no interesa

miércoles, marzo 17, 2010

¿Qué va a pasar ahora?
los objetos van a empezar
a desaparecer, o
van a desaparecer así, de golpe
esa taza con motivos de caza
los discos de cumbia
el ventilador metálico.

sábado, marzo 13, 2010

y yo no sé dónde estuve parado nunca

Y estamos sentados en tu balcón y un colibrí te viene a hablar y yo no entiendo para quéte llama porque estoy soñando, y un poco también porque miro las plantas que crecen crasas en tu terraza. Así te vas escaleras abajo yo atrás tuyo abajo abajo, no da tanta luz, pero abajo todo el resto. Abajo mil cosas que no quiero decir de manera comun. Entonces un día te pido sacarte una foto, porque desde hace tiempo que cada vez que te veo es como una instantanea de tu cuello y una parte de tu cara de perfil dormida estas.

lunes, marzo 08, 2010

Pájaro orgulloso, Dios no quiera que aprendas a mirar tus alas con ojos de mujer, pájaro orgulloso, Dios no quiera que aprendas a dejar tus alas descansar y usar el lenguaje en su lugar.
Las palabras nunca cumplen sus promesas, y para mí, las palabras nunca cumplen sus promesas.

Hoy estoy bien, hoy trabajo, hoy soy. Hoy estoy muy bien, salvo por las ganas de verte. Hoy estoy bien salvo la canción triste que, salvo que no te veo, salvo la radio mediocre, salvo el día nublado salvo que no veo a mis amigos salvo que vuelvo a mi casa de noche, salvo que ayer estuvo todo mal. Hoy voy a estar bien, salvo por el sentimiento, hoy voy a estar bien, voy a mirar al vacío, salvo que lean lo que escribo. Hoy voy a estar bien salvo que escuchen como digo, que hoy voy a estar bien. Mañana lo mismo.

El frío de hoy fue raro. Con mi buzo o en remera se podía estar, el viento era ideal. Tu pecho aureo como siempre. Por otro lado, cuando se medio nublaba o el sol pegaba cansado y seco en las piedras del piso me daba como algo. El Algo que paso a tratar de explicar es como una especie de soledad, no sé si soledad, como que en inglés dicen restlessness y es todo más fácil, algo que te inquieta. Por eso decía que no es como una soledad, o sí una soledad complaciente. Entonces cuando camino pienso en todo esoy cuando hago otras cosas también pienso en todo eso. Y se me ocurre todas las cosas que este sentimiento me tiene preparadas para el invierno. Las noches de frío en la facultad y las mañanas de frío saliendo de mi casa. Los sábados de frío donde decidimos salir y esa decisión, muy pensada, puede salir bien o mal pero nunca sale del todo bien. Siempre el frío que empezó hoy, tímido y también los domingos que van a venir. Los lunes de fatiga imaginaria y tardes cortas para vernos poco y tomar o comer algo. Algún cine, o alguna otra salida planificada, abajo de las capas aislantes que nos van a rodear. Las prendas de ropa hermosas que nos vamos a comprar, colores combinados y texturas amables a nuestras pieles secas de frío. Asombrarme más por cada cosa porque es invierno y hace 6 meses que no tenía frío. También todos los razonamientos espiralados que el invierno nos trae, los recuerdos los olores frescos, los calores en los adentros y por último la soledad que les dije antes.

Te coronamos Reina de todo esto.
De este baldío
donde solo hay cimientos
y tu palacio se construirá.
Te declaramos poseedora
de todas estas estructuras,
todavía vacías,
y te ofrendamos
frutas, flores y perfumes.
Nosotros somos yo,
y te damos todo
para que dispongas de ello
Y lo rompas a voluntad.

miércoles, marzo 03, 2010

No sé si te parece a vos también que las cosas se deshacen con el tiempo como por ejemplo un sueter, al principio una hebra se suelta y después se desteje uno dos tres puntos y si seguís tirando cuatro cinco siete diez y si seguís tirando, las cosas, pero todas, un martes o un domingo, el pelo, antes rubio ahora castaño, y cuándo será pálido, de plata, casi ya aparecen los primeros signos, los primeros pasos. Las horas, la falta de entusiasmo, los colores que se vencen más que los muebles antiguos de madera, que siguen intactos, las palabras también se descosen: te acordás la primera vez que dijiste te quiero? la primera vez que intentaste decir me siento mal, bien, gracias por sonreir. Yo ya no, y por eso te digo que me encantaría poder encontrar o nuevas palabras o nuevas emociones, y qué será más fácil?
Ahora tengo nuevas obligaciones, como no hago nada, voy al supermercado aunque sea a comprar la cena, miro los estantes y no entiendo cómo hay tantas personas pensando cosas todo el tiempo, variedades, sabores, cosas para que nos llenemos, para que nos sonriamos, para sentirnos bien, mal, un poco drogados de tanta azúcar? de tanta variedad? Lo que más me gusta es decir te quiero, porque te quiero, y no saber que si uno sigue tirando de la hebra, todo se desteje, y ver cómo pasan seguidas una detrás de otra las horas.