martes, junio 03, 2008

me muerdo los labios

Lleno la cacerola con agua, hasta el borde. El agua acaricia el aluminio. En el siguiente minuto me dedico a caminar con pasos cuidadosos por el suelo de porcelana, no derramo nada. En la hornalla el fuego se enciende solo, medito y dejo la cacerola sobre el fuego.
No habrá espacio una vez que el hervor empiece. Burbujas hirvientes sobre el piso de porcelana.