sábado, marzo 27, 2010

un poema del 19 de agosto de 2008

Que tenés en el pelo un campo de trigo,
dice
vamos en su auto, como siempre
lento, como todo el aire del verano.
Siempre dice cosas así,
que tengo en el pelo un campo de trigo.
Él también tiene veinte años,
pero se ríe como si tuviese miles de vidas,
quizá por todos los libros que leyó.
No le contesto,
me explica todo con metáforas simples,
al alcance de mis manos.
El silencio es una fruta de estación corta
dice
como las peras Bartlett
que usaba tu abuela Dolores para cocinar
o cerezas tan oscuras como tu habitación
cuando
en una noche de invierno,
temblorosas las manos,
contás cuántos días faltan
para llegar a la primavera.