miércoles, marzo 03, 2010

No sé si te parece a vos también que las cosas se deshacen con el tiempo como por ejemplo un sueter, al principio una hebra se suelta y después se desteje uno dos tres puntos y si seguís tirando cuatro cinco siete diez y si seguís tirando, las cosas, pero todas, un martes o un domingo, el pelo, antes rubio ahora castaño, y cuándo será pálido, de plata, casi ya aparecen los primeros signos, los primeros pasos. Las horas, la falta de entusiasmo, los colores que se vencen más que los muebles antiguos de madera, que siguen intactos, las palabras también se descosen: te acordás la primera vez que dijiste te quiero? la primera vez que intentaste decir me siento mal, bien, gracias por sonreir. Yo ya no, y por eso te digo que me encantaría poder encontrar o nuevas palabras o nuevas emociones, y qué será más fácil?
Ahora tengo nuevas obligaciones, como no hago nada, voy al supermercado aunque sea a comprar la cena, miro los estantes y no entiendo cómo hay tantas personas pensando cosas todo el tiempo, variedades, sabores, cosas para que nos llenemos, para que nos sonriamos, para sentirnos bien, mal, un poco drogados de tanta azúcar? de tanta variedad? Lo que más me gusta es decir te quiero, porque te quiero, y no saber que si uno sigue tirando de la hebra, todo se desteje, y ver cómo pasan seguidas una detrás de otra las horas.

1 Comments:

At 4 de marzo de 2010, 5:18 p. m., Anonymous electricista said...

me encantó. Pero los entusiasmos siempre vuelven. Y los muebles no están intactos, envejecen, como nosotros.

 

Publicar un comentario

<< Home