domingo, noviembre 26, 2006

árbol de diana

dice que no sabe del miedo de la muerte del amor
dice que tiene miedo de la muerte del amor
dice que el amor es muerte es miedo
dice que la muerte es miedo es amor
dice que no sabe.

viernes, noviembre 24, 2006

tú no sabés qué es el amor
dijo Bukowski tengo 51 años y estoy enamorado de esa pendeja
me pegó fuertísimo pero no te preocupés
ella también está enganchada
así debe ser mi viejo
yo me les meto en la sangre
y ya no pueden olvidarme
Tratan de alejarse
pero finalmente vuelven
todas ellas vuelven
salvo ésaque dejé plantada
Me hizo llorar y mucho
bueno en realidad
en esos días
tenía la lágrima fácil
Por favor
no me dejes tomar bebida blanca
me pongo mal –me vuelvo despreciable
Yo podría sentarme con ustedes
hippies queridos
y chupar cerveza toda la noche
sí diez latas o más de esta cerveza, y nada –todo bien es como agua
Pero si tomo licor empiezo a tirar gente por la ventana
ya lo he hecho
Tú no sabés qué es el amor
porque no te has enamorado
así de simple
yo tengo esta mina joven
que es muy, muy hermosa
Ella me llama Bukowski
Bukowski repite con su voz
suave y melodiosa
yo le contesto QUÉ
Tú no sabés qué es el amor
te estoy tratando de explicar
y no me escuchás
Si el amor irrumpiera en esta habitación
y les pateara el culo
ninguno de ustedes
podría reconocerlo
En una época pensaba que las lecturas de poesía
eran un modo de entregarte
Mirá yo tengo 51 años
conozco algo la calle
sé que significa una lectura
pero me dije Bukowski
morirte de hambre es la peor de las entregas
Entíendeme nada es lo que debiera ser
ese tipo –cómo se llamasí ese tal Galway Kinnell
ví su foto en una revista
Tiene su pintapero es profesor
Cristo Dios imagináte eso
pero ustedes también enseñan
y yo ya estoy insultándolos
qué voy a hacer
No -no sé quién es
y ese otro menos
Todos son insectos
egos desproporcionados
Yo ya no hago muchas lecturas
pero ésos que construyen
una reputación
basada en 5 ó 6 libros
son todos unos insectos
BUKOWSKI dice ella
Por qué escuchás
música clásica todo el día
Eso te sorprende
no imaginás a una bestia como yo
escuchando música clásica
todo el día
Brahms Rachmaninoff Bartok Telemann
Carajo no puedo escribir en esta casa
Demasiado silencio muchísimos árboles
prefiero el centro de la ciudad
ése es mi ambiente natural
pongo mi radio en FM y la música
la música clásica fluye toda la mañana
y me siento frente a la máquina
y enciendo un habano
y lo fumo así de esta manera
así
INTENSAMENTE
Me digo Bukowski
eres un tipo con suerte
Bukowski viviste todo
eres un viejo con suerte
El humo azul flota
en la habitación y yo miro
a través de la ventana
observo la avenida Delongpre
Veo a muchas personas
caminando por las veredas
Apago el cigarro
aspiro profundamente y comienzo a escribir
Bukowski esto es vida
pienso
es bueno ser pobre
es bueno tener hemorroides
es bueno estar enamorado
Pero tú no sabés lo que es
tú no sabés qué es el amor
Si la vieras comprenderías
todo lo que te quiero explicar
Ella imaginó
que fui a su casa
a encamarme
Ella adivinó mis intenciones
me lo dijo
Mierda tengo 51 años
ella sólo 25 y estamos enamorados
Ella es sumamente celosa
Jesús esta es la belleza total
Me dijo
que me arrancaría los ojos
si yo salía con otra mujer
Entiéndes esto es el amor
Que saben ustedes
les voy a contar algo
he conocido a tipos en la cárcel
que tienen más estilo
que las personas
que vienen a esta universidad
a las lecturas de poemas
Son chupasangre
que quieren comprobar
si las medias del poeta
están limpias
si usa desodorante
Creánme no intento defraudarlos
Quiero que recuerden algo
en esta habitación hay un solo poeta
sólo un poeta esta noche en la ciudad
y ese poeta soy yo
Qué mierda saben ustedes de la vida
Qué saben de cualquier cosa
A quién de ustedes lo echaron del trabajo
Quién se cogió a su hembra
A quién lo apaleó su hembra
A mí por ejemplome echaron de Sears Roebuck
cinco veces
y me recontrataron otras tantas
Trabajaba en los depósitos
ya tenía 35 años
y me echaron porque creían
que yo robaba galletitas
Sé de qué se trata
Estuve ahíTengo 51 años ahora y estoy enamorado
Esta pendeja me dice
Bukowski
le contesto siempre
QUÉ
tienes la cabeza llena de mierda
NENA tú sí que me compréndes
Ésta es la única hembra
hombre o mujer en este mundo
de la que aceptaré
comentarios de esta índole
Tú no sabés qué es el amor
Todas vuelven finalmente
salvo ésa de la que ya te hablé
Estuvimos juntos siete años
y nos chupamos todo absolutamente
Hay un par de dactilógrafos
esta noche en esta habitación
pero escasean los poetas y no me sorprende
Tienes que conocer el amor para escribir poesía
y…. Tú no sabés qué
ése es tu problema es el amor
Dame un poco de eso puro sin hielo
Bueno ya es hora de comenzar el espectáculo
Sí si ya sé lo que dije
Sólo un trago más tiene buen sabor
Vamos quiero terminar esta lectura temprano
Y después no se descuiden
no se acerquen a las ventanas.

domingo, noviembre 19, 2006

¿es suficiente estar triste para querer estar triste?

él me repite que sí
es suficiente estar triste para querer estar triste
tu cuerpo lo manejas vos
me dice
pero tus ojos los manejo yo desde adentro
me dice
cuando te acostás en cualquier lado
yo cierro tus ojos
me dice
hace falta querer estar triste para estar triste
hace falta extrañar para querer extrañar
y así sucesivamente

lunes, noviembre 13, 2006

Avenida

Salgo de mi casa al frío de primavera, un poco de viento y polvo en los ojos. Luces llorosas en la avenida, la gente camina con sus perros porque la noche tiene algo secreto. El colectivo tarda pero no tengo apuro. De una fiesta parece venir una mujer, medianamente arreglada, soltera irreparable. Se para con sus cuarenta largos a esperar el colectivo, se pone el saco de papel para creer que no tiene frío, pero tiene frío, porque su cuerpo no genera calor ya. El pelo casi desarreglado, pero emparejado, se mueve por el viento, que toma fuerza con los coches que pasan dejando el dibujo de su luz. Se balancea en sus piernas y parece apurada, pero en realidad no va a ningún lugar, no la espera nadie. Al cabo de un rato prende un cigarrillo que se traga el perfume que no quiero recordar. El panorama es ella, la parada y la avenida sorda. Se acomoda el cabello con la mano del cigarrillo y aspira una o dos pitadas largas. A través de los cristales ve una luz que se acerca muy rápido, se apura con el cigarrillo. El colectivo se detiene en la estación y ella sube última para dar la última pitada, casi pura colilla. Todos piden de setenta y cinco, menos ella que pide de ochenta. Se va a sentar atrás de todo con la mirada perdida en las vidas que pasan por la ventana. Adentro del ómnibus, solo jóvenes, que van a algún lado de plaza Cortázar o a una fiesta, menos uno. Él tiene diecisiete años y va vestido de saco y corbata. Cara llena de granos, expresión de infante y pelo rapado hace dos semanas. Va sentado en el asiento individual de la rueda de atrás, y lee un libro. Del libro viejo de tapas blancas (ahora grises amarillentas) lee una obra de teatro en voz alta. El ruido del motor no lo deja oír, pero ella lo escucha palabra por palabra. El colectivo se empieza a vaciar en Armenia, Ella se baja dos paradas después, junto conmigo, y él se queda con Molière. Media cuadra camino y un estruendo me desvía la atención y la de de la mujer que iba delante de mí. El colectivo había chocado en la esquina siguiente, y la mujer al verlo salió corriendo en esa dirección. Las lágrimas le corrían el maquillaje ya corrido, los tacones la hacían trastabillar y el pelo se le desacomodaba con el viento. Llorando preguntaba por un chico de traje, el novio que nunca tuvo o el hijo que nunca iba a tener. Yo vuelvo a mi camino contra el viento avenida abajo.

miércoles, noviembre 08, 2006

¿hay posibilidades?

arrepentimiento celos melancolía envidia odio tristeza

y amor

domingo, noviembre 05, 2006

lucía y el sexo

xxx.

miércoles, noviembre 01, 2006

entonces el primer intento

Rastros de tus huellas sobre la arena la playa que soñaste no pertenece a esta ciudad. Estar acostado boca arriba o estar bailando en una fiesta. Para mí que la música tiene la culpa del color de tus manos sobre las teclas. Tu nombre me persigue cuando cierro los ojos tu nombre tiene el sonido de una máquina de hacer pájaros. Los barcos llevan cartas adentro de sobres dorados que se pierden en los viajes. La gente se confunde la letra de los remitentes. Todos tienen la carta dorada de otro que quizás nunca van a conocer y las palabras nunca llegan al destino previsible. Y tal vez si no pasaran más que horas esperando la aparición de tu nombre detrás de la pantalla sabría que esta carta no es la mía que este sobre es de otro y que sólo vino hasta a mí por accidente porque un barco se las olvidó cerca de la arena de una playa que soñaste.