viernes, febrero 26, 2010
Cuesta arriba el camino era más difícil, pero también se llegaba a los mejores lugares del pueblo. Nuestra casa, el bosque donde sacábamos fotos, el faro imaginario, la mejor vista del mar. Cuesta abajo se tomaban las decisiones: qué comprar en el supermercado, quién llevaba la mochila más pesada, quién quería más al otro, y hasta dónde, la luna, buenos aires ida y vuelta, el supermercado de ida, la casa cuesta arriba, la casa cuesta abajo. Al final el que quería más al otro no era el que decía saturno, era el que llevaba la mochila llena de arroz y naranjas, el que despedía al otro en la estación tragandose las despedidas, cuesta arriba.
2 Comments:
lupe escribe re bien
uau! que maravilla!
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