viernes, febrero 05, 2010

Orden en mi dormitorio: alfabético, cromático, según utilidad, recuerdo o necesidad, según criterios poéticos (impresión del objeto en los sentimientos) o prosaicos (impresión del recuerdo en la memoria). Orden: el mapa de París de mis abuelos con cruces en las muchas casas de mi tía a lo largo de siglos de vivir lejos (a enmarcar), las cajas de perfumes importados que no me animo a tirar (elegir cierta esencia como talismán de mí misma, pedirlo para navidad). Libros, a la vez vergüenza y orgullo, una carrera empezada y dejada, libros de editoriales de acá y de todas partes. Cajones llenos, en general de cosas que no quiero, no sé dónde poner o cómo desprenderme de ellas (una cámara de fotos de mi hermana que no anda, un adorno de lunas marplatenses). Orden de ropa linda y fea, o lo que pienso que pienso que es linda y fea, la que uso afuera del placard y la que odio adentro, odio por color o caída, talle o recuerdo. La intención imposible de una vida justa y necesaria, donde todo esté lleno hasta su máximo esplendor de aire, donde los colores brillen y cada cosa, por lo poco que sé de la vida, sea exactamente lo que busco.

1 Comments:

At 8 de febrero de 2010, 2:41 p. m., Blogger electricista said...

tu dormitorio está en orden

 

Publicar un comentario

<< Home