sábado, octubre 10, 2009

Te llamo porque leí a Pessoa
y escuché tu disco por la mañana
mientras planchaba la camisa celeste
la que uso todos los días.
Te llamo porque estoy cerca de tu casa
y todavía no me olvido de tu cuarto
tu televisor cinco pulgadas
platos por lavar
las tasas llenas
la mesada sucia de varios días
el olor a encierro
las persianas bajas.
Te llamo porque me emborraché
no más de lo normal
y quisiera que la noche durara
sí, más de lo normal.
Te llamo porque alguna vez dejaste
huellas en mi cuerpo.
Te llamo porque anoche soñé
con un tren casi vacío
gente tirada en el piso pidiendo monedas
asientos rotos, luces bajas
casas, árboles que pasan.
Te llamo porque tu nombre
no se parece en nada al de los demás.
Te llamo porque llueve.